Por Daniel Martínez
La fe, el color y la alegría son las principales características que distinguen a la fiesta patronal de Pinto, Santa Rosa Jáuregui, que cada año reúne a miles de fieles católicos no sólo de Querétaro, sino de todo México y de lugares del extranjero, quienes acuden a venerar a la Santa Cruz.
El 3 de mayo -y días anteriores- las calles del pueblo se transforman en un bullicio donde las oraciones y plegarias se confunden con los gritos que ofertan comida y recuerdos, y transitar por el lugar se convierte en un triunfo debido a la gran cantidad de puestos ambulantes.
Es en este marco en donde el Obispo emérito de la Diócesis de Querétaro, Don Mario de Gasperín, preside la misa principal en el atrio del templo, para después saludar y bendecir a los feligreses, acompañado por el titular de la Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús de Puerto de Aguirre, presbítero Alfonso Muñoz Torres.
Posterior a la misa, la música, el baile y la alegría se apoderan de la fiesta, pues aparecen los coloridos danzantes y frachicos, quienes con sus movimientos y máscaras divierten a la gente y le agregan un sabor especial a la festividad en honor de la Santa Cruz.